martes, 26 de julio de 2011

36

     Lo primero que hice cuando llegué a mi casa fue buscar el libro de Bécquer. Estaba donde yo creía recordar. Lo llevé a mi habitación, me recosté en la cama y busqué el poema. Lo leí. Casi escuchaba su voz en mi cabeza.
     Después me puse a trabajar en la lámina; quería dársela el lunes. A pesar de que estuve dibujando todo el fin de semana, no logré terminarla.



     —Hoy no voy para casa, Miguel —me dijo Lezcano cuando salimos—. Tengo que ir a lo de mi mamá. Igual no te preocupes que mi hermana iba a estar desde temprano.
     Nos despedimos y se fue para el lado de la estación Florida. Todo el día había estado distante.
     —¿Qué, no vas a lo de Lezcano? —me preguntó Tortonese.
     —Sí, pero ella va para otro lado.
     Me miró con extrañeza pero no dijo nada.
     Esperamos a que saliera Maidana, que había ido al baño, y empezamos a caminar. Íbamos en silencio. Cada tanto, Tortonese me miraba. Yo fingía no darme cuenta. Durante todo el día había evitado quedar a solas con él para que no me preguntara nada. Después del segundo recreo, en la clase de biología, me había escrito en un papelito: «¿Y? ¿Qué onda el viernes?». Yo le había escrito: «Después te cuento», y él había sonreído con picardía.
     Cuando llegamos a la puerta de su casa, Maidana me dijo:
     —El sábado es mi cumpleaños. Mi papá se fue de viaje y no vuelve hasta esa noche, así que voy a aprovechar que tengo la casa para mí solo y voy a hacer un festejo. ¿Querés venir?
     —Dale…
     —Vos también podés venir, eh…
     Tortonese asintió con la cabeza.
     —Y si alguno de los pibes se quiere prender, también está invitado.
     Asentí.
     Apenas nos despedimos de Maidana, Tortonese arremetió.
     —Dale, contame. ¿Qué pasó el viernes?
     Tardé unos segundos en responder.
     —Creo que lo arruiné todo…
     —¿Por qué?…
     —Te lo cuento mañana; la hermana de Lezcano me está esperando.
     —Vamos. Te acompaño hasta la avenida y me tomo el setenta y uno.
     Le relaté mi visita a lo de Lezcano con lujo de detalles. Permaneció en silencio hasta que terminé.
     —Nooo, chabóoon… Qué flojo que estuviste…
     No le respondí.
     —Te tiró la re-onda, boludo… ¿No te diste cuenta?
     —Me pareció… Pero no estaba seguro…
     Tortonese meneó la cabeza.
     —Qué chabón…
     Llegamos a la parada.
     —Ya que estoy acá, te acompaño hasta la casa —dijo.
     —Bueno…
     —¿Y para vos por eso se fue para el otro lado?
     Suspiré.
     —No sé… Me parece que sí…
     Hicimos una cuadra en silencio.
     —¿Qué vas a hacer?
     —No sé…
     —Hablale, boludo…
     No lo miré.
     —Decile que no te animaste a encararla porque es demasiado linda o algún chamuyo así…
     —Yo no sirvo para esas cosas, Tortonese…
     Abrió la boca para decir algo, pero después dudó y la volvió a cerrar.
     —¿No vas a hacer nada, entonces? —me preguntó después de unos segundos.
     Decidí contarle lo de la lámina. No parecía muy convencido con la idea, pero no dijo nada al respecto.
     —¿Y cuándo la terminás?
     —Calculo que esta semana.
     —Yo no sabía si decirte, pero mirá que el Turco andá atrás de ella…
     Lo miré.
     —¿Quién te dijo?
     —Nadie… Me doy cuenta, boludo…
     —¿Te parece?
     Asintió con la cabeza.
     —Esas cosas no se me escapan… Tendrías que ver la cara que pone cuando ella te elogia los dibujos.
     Me quedé en silencio.
     —Así que apurate —dijo—; no vaya a ser que te gane de mano… 

2 comentarios:

  1. NOOOOOOOoooooooOO que Turco hdp..!! jajjaa guillermooooo, estube pensando en pedirte la historia completa..pero la verdad es que soy capaz de leerla de una y no volver a ver el blog..prefiero que sea como las buenas cosas..en dosis justas. ;)
    estoy terminando mi ultimo año para maestro mayor de obra, y trabajo el alambre, mayormente la alpaca para hacer billuteri para mujeres sobre todo.... te invito a ver mis trabajos...pero los tengo en fb.... aparesco como "tarea fina"...abrazos. y voy a estar a la espectativa de una nueva entrada!

    ResponderEliminar
  2. Bueno, pero ¿qué problema hay si leés la novela toda junta y no volvés a este blog?
    Podés seguir el otro: Carne con Alambre. ¿Lo visitaste?
    Dame más datos para ubicarte en Facebook, porque aparecen varios usuarios con el nombre Tarea Fina.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar